Ha pasado la vendimia y los esfuerzos y trabajos específicos se centran en el tratamiento de la uva para producir el vino. Pero, seguramente, más de una de las personas que lean este artículo se ha preguntado qué es lo que ocurre en los viñedos a partir de entonces, cuando llega el otoño y el posterior invierno. Te sorprendería saber que el invierno es una etapa esencial en la vida de la viña y en su ciclo vegetativo. Por ello, todos los trabajos que se lleven a cabo en el viñedo durante el invierno van a ser determinantes para la calidad de la uva que se obtenga en la siguiente vendimia.
Desde Bodega Bogarve 1915 queremos que conozcas la naturaleza de esta maravillosa planta y los procesos que se producen en ella con la llegada del invierno. Porque estamos convencidos de que, para que valores y disfrutes mucho más el vino que obtenemos, debes familiarizarte y conocer el proceso que lo produce en todas sus etapas.
El ciclo vegetativo de la viña
Consta de tres fases: la etapa de reposo, la brotación y la vendimia. La primera de ellas es la que se produce entre los meses de noviembre y febrero, coincidiendo con el invierno y el frío. En el interior de la viña se producen los procesos hormonales que modifican sus estructuras. Por ejemplo, las hojas empiezan a perder su clorofila y a cambiar su color hacia amarillo u ocre. Después, los gélidos vientos que llegan de las tierras del norte de Europa, acabarán provocando la caída de las hojas. Comienza así el verdadero reposo de la planta, que va a durar hasta la primavera, dejando de extraer del suelo los nutrientes necesarios para su alimentación.
La poda y la cubierta vegetal
La poda de las ramas o sarmientos marcará la productividad, la forma y la longevidad de la viña. Cuando estamos ante una planta joven, la forma de cortar esas ramas va a determinar su forma de crecimiento a lo largo de su vida y su recorrido vital. Las otras dos decisivas razones por las que se realiza este proceso es que permite controlar y limitar la producción, con el objetivo de que esta sea de mayor calidad. También va a facilitar los trabajos de labranza y de aplicación de productos fitosanitarios en los viñedos durante el invierno.
En la mayoría de los casos también se lleva a cabo la cubierta vegetal del suelo. Se trata de permitir que crezca, de forma espontánea o sembrada, vegetación herbácea que ocupe toda o una parte del suelo que rodea a las viñas y se puede hacer de manera temporal o permanente. Las principales ventajas de hacerlo son:
- Reducir la erosión del suelo.
- El suelo se oxigena y se enriquece de nutrientes y materia orgánica.
- Se mejora la calidad de las uvas, controlando el crecimiento de la viña, ya que esta vegetación va a competir con la planta.
- Facilita el paso de la maquinaria y reduce que el suelo se apelmace a su paso.
Te dejamos un enlace para que conozcas el proceso de elaboración de cada uno de nuestros productos. Atento!