¿Qué tipos de vino hay según el tiempo de envejecimiento? En función del tiempo que transcurre desde que son elaborados hasta que están listos para salir al mercado y ser consumidos, hablamos de diferentes tipos de vino:

 

 

 

Vino joven, aquel que no ha pasado tiempo en barrica o ha estado un periodo muy corto. Se suelen consumir poco después de su elaboración (al año siguiente de ser vendimiados). Estos vinos se caracterizan por su frescura, ligereza y su sabor afrutado. Como no se someten a técnicas de crianza en barricas de roble, su carácter es más vivo y juvenil.

 

 

 

Vino roble, estos vinos pasan un periodo corto de envejecimiento en barricas de roble, generalmente alrededor de 4 meses, antes de ser embotellado. El término «roble» se refiere al tipo de barrica utilizada durante este proceso. Debido a que el tiempo de contacto con la madera es breve, el vino roble adquiere características muy sutiles de la madera, como aromas y sabores de vainilla, especias y notas tostadas, conservando al mismo tiempo un toque fresco y afrutado. Es una opción popular para aquellos que disfrutan de vinos tintos con un equilibrio entre la fruta y los toques ligeros de la madera.

 

 

 

 

 

 

 

 

Vino crianza. Durante sus seis meses de crianza en barrica, estos vinos adquieren características adicionales de la madera: aromas y sabores a especias, vainilla, tostado y notas ahumadas. Estas características se integran con los sabores frutales del vino, creando una mayor complejidad y equilibrio.

Después del tiempo en barrica, este vino además pasa por un periodo de 18 meses de envejecimiento en botella, donde continúa desarrollándose y refinándose. Se caracteriza por su perfecto equilibrio entre la fruta y la madera.

 

 

 

 

 

 

 

Vino reserva. La denominación «reserva» generalmente se aplica a vinos tintos con un tiempo mínimo de crianza más prolongado en barrica y en botella en comparación con los vinos crianza. En España, para ser clasificado como vino reserva, los vinos tintos deben haber envejecido durante al menos tres años, con al menos un año en barricas de roble y el resto en botella. El período de envejecimiento en barrica de roble añade una mayor complejidad al vino, proporcionándole aromas y sabores más pronunciados de especias, vainilla, cuero y notas ahumadas. A medida que el vino reserva continúa su envejecimiento en botella, los sabores y aromas se integran y se suavizan, permitiendo que el vino desarrolle una mayor elegancia y suavidad.

El vino reserva se caracteriza por su estructura más robusta, mayor profundidad y una complejidad aromática y gustativa más pronunciada. Suele ser un vino más equilibrado y refinado en comparación con los vinos jóvenes o los vinos de crianza.

 

 

 

 

 

Vino gran reserva. Los vinos gran reserva han pasado un período de tiempo significativo en barricas de roble y en botella, lo que les confiere una complejidad excepcional. El vino gran reserva es la categoría más alta y prestigiosa de vinos en términos de envejecimiento y calidad. En España, los vinos tintos deben pasar por un mínimo de cinco años de envejecimiento, con al menos 18 meses en barricas de roble y el resto en botella. El largo tiempo de envejecimiento permite que el vino gran reserva desarrolle una mayor complejidad, refinamiento y elegancia. Durante su estancia en barrica, el vino adquiere una amplia gama de aromas y sabores derivados de la madera, como notas especiadas, tostadas, de cuero y vainilla.

Estas características se integran con los sabores frutales y la estructura del vino, creando una experiencia gustativa sofisticada. El vino gran reserva se caracteriza por su equilibrio, suavidad y una gran longevidad. Su perfil aromático y gustativo suele ser más complejo y refinado, con taninos bien integrados y una acidez equilibrada. Estos vinos suelen tener un cuerpo completo y una persistencia notable en boca.

 

 

 

 

¿Cuál es tu preferido? ¿Has probado todos?