Alma de Vega nuestros vinos más íntimos. Os invitamos a descubrir en este post la esencia de la marca y de todos los productos que la componen: Airén-Verdejo, Airén-Moscatel, Tempranillo, Rosado Dulce y Rosado con Aguja.

Alma de Vega es una marca concebida desde el más absoluto cariño, respeto e ilusión por la vida. Porque Alma de Vega es poesía. Unas letras que quedan recogidas en forma de verso, al igual que el vino queda recogido en estas botellas que se convierten en partícipes de los momentos especiales. Alma de Vega es un recuerdo que se almacena en el lugar más especial de nuestra memoria para siempre, para toda la vida. Es una experiencia, una palabra, un sentimiento, una emoción, que jamás podremos olvidar por mucho que pasen los años. Porque Alma de Vega es la vida.

Y, ahora que ya habéis tenido un primer contacto con ella, ¿qué tal si nos adentramos en su auténtica esencia?

Alma de Vega es un canto a la vida, a la belleza y al amor incondicional.

Un amor cálido y sereno,

de esos que te arropan en las frías noches de invierno,

te abrazan con la mirada en las cálidas tardes de verano.

Cada etiqueta plasma la esencia de los principios más valiosos:

amor, respeto, gratitud, honestidad y sensibilidad.

La cuerda y el nudo reflejan el lazo que nos une a las personas más importantes de nuestra vida.

Los objetos, representan el recuerdo de cada alto en el camino;

y las flores, son la fragancia que los acompaña.

Todos estos valores se van adquiriendo a lo largo del «viaje de la vida» y, en nuestro caso, tuvimos la mejor de las maestras.

Alma de Vega son vinos jóvenes, frescos y alegres,

ideales para compartir y celebrar buenos momentos.

Brindemos por la vida

 

Entonces, brindemos por Alma de Vega nuestros vinos más íntimos.

Puedes descubrir la colección entera en ALMA DE VEGA